El proyecto de 17 de Agosto

Por
Actualizado: febrero 7, 2015

En 17 de Agosto soplan vientos de cambio. Andrés Sanguinetti (51), un hombre que se crió en el club desde que tenía 10 años, tomó la responsabilidad del básquetbol del club con un objetivo claro: “queremos recuperar un poco del lugar que el 17 de Agosto en algún momento tuvo”. Por supuesto sabe que ese proceso no será nada fácil, pero todas las energías están puestas en renovar la cara de la institución de Villa Pueyrredón.

Andrés cuenta un poco de su historia en el club. “Acá pasé toda mi vida. Imaginate que mi hijo Emanuel ya tenía el carnet de socio del club cuando todavía estaba en la panza de la mamá, que fue ocho años secretaria. Él se hizo basquetbolísticamente acá y pasó por varios otros clubes. Y después dejó porque se rompió los ligamentos. Yo lo seguí toda la vida, el básquet siempre me encantó”, repasa.

Además marca las bases del proyecto que lidera. “En noviembre me llamaron para ofrecerme tomar este proyecto porque Rafael Doria y Gabriela Petrucci, quienes eran los que habían arrancado con esta movida cuando el club casi se queda sin básquet e hicieron un laburo muy bueno en reflotar la situación, estaban con problemas y no podían seguir. Además estábamos con problemas de fuga de jugadores. Los únicos que completaban eran los infantiles, después los cadetes y juveniles tenían que completar con infantiles y la Primera no ganó un partido en todo el año», recuerda el flamante responsable del básquetbol en 17 de agosto.

«Entonces me llamaron, dije que sí y buscamos un grupo de entrenadores jóvenes. Quedó Sebastián Lanes, quien estaba muy bien con los más chicos y los padres pidieron por él. Yo no soy necio, cuando muchos te dicen que está trabajando bien es porque la cosa funciona. Y para las categorías más grandes trajimos al entrenador Carlos Baccino y al preparador físico Sebastián Lopardo. Aposté por los jóvenes que pueden tener más cercanía con los chicos en cuanto al diálogo, y no por un entrenador que quizás pueda tener mucha más experiencia en el básquet pero generacionalmente esté más lejos, lo que a veces aleja a los jugadores. La Comisión Directiva se dio cuenta que el básquet había sido descuidado. Este año será de transición», destacó.

Y se ilusiona con su nueva etapa donde «la idea es un proyecto a largo plazo, no se piden resultados. Todo para intentar que 17 de agosto recupere un poco el lugar que en algún momento tuvo”.

-¿Cómo viene el armado de los planteles?
-Comenzamos los entrenamientos el miércoles pasado con cadetes, juveniles y Primera. Los cadetes han venido, juveniles más o menos hay también y en Primera sobran jugadores. Hay carencia en casi todas las categorías. De cadetes para abajo completás, pero a la vez necesitás jugadores que competitivamente puedan estar a la altura de poder jugar.

-Teniendo en cuenta que, como decís, será un año de transición para ustedes, ¿cuáles son los objetivos primordiales a alcanzar?
-Los objetivos primordiales son buscarle una identidad al proyecto, consolidar el grupo, darle rodaje a un estilo de juego, que todos conozcan bien al entrenador nuevo y trabajar en la parte social con chicos que puedan incorporar un sentido de pertenencia con el club. Y si los resultados llegan mucho mejor, pero yo soy de la idea de que primero hay que ofrecer docencia y fundamentos. Me parece que hay chicos que han venido a jugar acá porque los padres viven cerca, y a los cuatro meses juegan un partido y aprenden fundamentos a la fuerza. Entonces antes es necesario enseñarles fundamentos. También pienso que antes, el 17 de Agosto era un club donde los chicos querían venir a jugar, pero ahora lo toman como transición para ir a progresar a otro lado. No veo mal que los que tengan capacidad para pasar a otros clubes lo hagan. Lo que nosotros tenemos que hacer es, por lo menos, ser un club atractivo para que los chicos vuelvan a jugar al básquet acá y no se quieran ir. Más allá de todo, queremos que ellos se sientan cómodos.

-¿Piensan hacer algún tipo de remodelación en la cancha?
-Había un proyecto de cambiar el parquet entero pero no se pudo por un tema económico, por lo que solo se van a arreglar las partes flojas. Además, vienen a reparar el reloj. Queremos poner en condiciones toda la cancha para que en marzo, cuando arranque el campeonato, los chicos tengan todo. Hicimos un acuerdo con una persona para la confección de todas las camisetas y estoy tratando de cerrar un convenio con un grupo económico para auspiciar el básquet del club. Eso nos permitiría estar un poco más desahogados económicamente.

Por otro lado, Sanguinetti remarca la importancia de la presencia de los padres, una de las patas fundamentales para que todo funcione de la mejor manera: “La otra carencia que tiene el básquet es el tema económico. En la tira de inferiores no ves muchos padres que vengan a ver a los chicos, por el costo de las entradas u otras cuestiones. Yo creo que de local el padre tiene que pagar la entrada más barata, porque paga una cuota social y no le podés sacar más plata. Quiero que vengan y nos acompañen en este proceso de crecimiento del básquet en el club. Yo me habré perdido apenas dos partidos desde que mi hijo empezó a jugar a los cinco años. Lo seguí a todos lados”.

La persona justa para un club que busca generar un cambio importante, ese es Andrés Sanguinetti.

FUENTE: Emilio Hamilton para Prensa FEBAMBA