San Miguel recibió dos equipos de Formosa

San Miguel tuvo su fiesta en el Encuentro Argentino, y recibió a dos contingentes de Formosa: Vialidad Provincial y Colegiales. Ambas delegaciones compartieron micro y llegaron desde la Mesopotamia argentina el viernes pasado el mediodía a la sede de la entidad del Oeste del Gran Buenos Aires.

«Ese mismo día repartimos a los chicos con las familias que los alojaron y por la noche, les hicimos una recepción que incluyó una tradición nuestra: un túnel humano cubierto con la bandera del club, papel picado y globos. Estuvo muy lindo y a los chicos formoseños les gustó mucho», cuenta Facundo Nuñez, responsable del área en el Trueno Verde respecto al primer día previo al desfile en Platense.

Para Colegiales, fue la primera vez que se hizo presente en la fiesta magna del Minibásquet nacional, y con su delegación de 18 chicos disfrutó cada instante. Desfilaron junto a sus comprovincianos y la numerosa delegación de San Miguel, con sus dos tiras.

«Luego del desfile, volvimos al club y allí jugamos básquet toda la tarde, con equipos mezclados; luego a la noche les dimos libre hasta el día siguiente. Ese domingo nos visitó Bella Vista con la delegación de Misiones que recibió y entre los cinco clubes jugamos todo el día; además de básquet, hicieron fútbol y utilizaron la pileta», explica Facundo.

Tras la divertida jornada, los profesores aprovecharon y armaron un partido entre ellos, muy festejado por todos.

Entre los representantes de Colegiales, sin dudas por su carisma, amor y energía, uno de los grandes protagonistas fue Daniel Suárez, un chico con capacidades especiales, con tanto entusiasmo que no solo participó de los juegos con los demás minis, sino integró uno de los conjunto de profesores. Un auténtico ejemplo que dijo presente en el Encuentro.

Ese domingo por la noche, una cena a la canasta colectiva, entrega de presentes, gorras alusivas y la despedida en la mañana siguiente, similar al recibimiento, con el túnel bandera, globos y papel picado. No faltó la tradicional corrida al micro con la vuelta manzana, y antes de emprender el retorno a su Formosa natal, parada en un parque de diversiones, como complemento para un fin de semana inolvidable.

San Miguel fue un excelente anfitrión y así lo reflejó un medio escrito formoseño con nota a color destacando el trabajo efectuado, la hospitalidad recibida por ambas entidades, y la calidez humana encontrada.