Tomás Valenzuela, cuando la historia la escriben los que no ganan

Por
Actualizado: octubre 25, 2017

El miércoles por la noche, jugaron los equipos U13 de Estudiantil Porteño y Los Indios, por un lugar en el Argentino de Clubes. El cotejo se disputó en la cancha del primero, y si bien partían como favoritos, al estar invictos en esta temporada, los de Moreno ofrecieron una fuerte lucha que les permitió hasta pocos minutos antes del epílogo, mantenerse con chances de dar el gran golpe. Pero finalmente, la jerarquía del equipo dirigido por Fausto Pertuzzo (entrenador de los U13 de FeBAMBA, además, quienes consiguieron el tercer lugar en el reciente Argentino de Río Tercero), pudo quebrarlos y ganar 60-51, siendo de esta manera el primer clasificado de la Federación; el otro saldrá este lunes, cuando se midan River Plate y Gevp.

Pero hacia el final, cuando estaba todo decidido, y los dirigidos por Lucas Chavez consiguieron atrapar el balón en su llave, decidieron picar la pelota, transcurrir los segundos y de ese modo, implícitamente, reconocer la victoria del anfitrión. Y en un video con imágenes de esas instancias, se ve a un jugador de Los Indios aplaudiendo con los brazos en alto mientras esperaba la chicharra final, felicitando a su vencedor. Ese gesto de enorme hidalguía correspondió a Tomás Valenzuela, pivot del Indio y quien también estuvo en los selectivos previos a la conformación definitiva del equipo que viajó a Córdoba. Allí conoció a varios chicos que ayer fueron rivales ocasionales en un campo, pero luego de aquellas vivencias, convertidos en amigos unidos por la misma pasión del básquet.

«Obviamente sentí tristeza por parte de mi equipo y mía, pero me siento conforme con lo realizado al llegar ahí. Y reaccioné así porque se el esfuerzo que hicieron los chicos de Porteño para llegar hasta ese punto y tener un invicto; pero más que nada porque tengo amigos en ese equipo y quiero lo mejor para ellos. Conocí gente muy linda en ese club. Siempre tuve en mente que si se pierde, bueno, felicitar al rival y ya está, pero si se gana mucho mejor. Es algo que me enseñó mi familia, como mi entrenador Lucas», expresa Tomás un día después del partido, aún con el sentimiento embargado de no haber podido conseguir la clasificación, pero con la tranquilidad de haber dejado todo junto a sus compañeros.

Cuando se le pregunta por los jugadores de Porteño que conoce, menciona:

«Mateo Spraggon, Mirko Devita, Thiago Roca, Tomás Revello y Thiago Flossi. Los conocí porque formé parte de la selección oeste de u13».

Nombra a su familia como referentes al momento de aprender que en el deporte, como la vida misma, se gana y pierde, y ante ambas no debe cambiarse la esencia de los buenos valores y educación. Sus padres son Rodolfo y Mirta, y es el hermano menor de Aldana y Matías, quien le transmitió el amor por este deporte.

«El apoyo de nuestro entrenador; nosotros sabíamos de nuestro nivel y la posibilidad de pelear algo así. También nuestro esfuerzo, pero sin la confianza de Lucas en cada entrenamiento o cada inicio o final del partido, donde siempre nos dice que podemos llegar a algo grande, todo sería más difícil Nunca me imaginé formar parte de un equipo que iba a ser el segundo mejor de las zonas. Al principio del año, dos chicos se incorporaron y hacen de gran ayuda, como de cada uno de los integrantes. Estoy contento con este plantel por su gran corazón», responde cuando se le pide las virtudes de un conjunto peleando en la cima de la élite de FeBAMBA.

Comenzó a jugar básquet a los seis años en el Social de Paso del Rey; no recuerda las razones aunque admite la impronta de verlo a su hermano, lo cual le despertó curiosidad e interés. Estuvo allí dos años y partió a Los Indios.

«Más que nada, quería progresar. Al principio no me sentía muy cómodo, porque era un nuevo grupo de chicos y me costó la adaptación; pero mi pasión por el básquet era más fuerte, y decidí seguir», explica.

«A Toto lo tenemos desde el premini, al igual que todo este grupo de U13, salvo uno llegado desde Defensores de Moreno y otro de Luján. Como compañero de equipo es muy positivo, siempre alentando al resto. En permanente búsqueda de mejorar para ganar, despojado de todo egoísmo, y esto a veces lo lleva a enojarse con él mismo. Al ser medio calentón se va del partido, pero el otro día demostró ser un buen perdedor; me reconoció en Porteño a un rival mejor y tener junto a sus compañeros la tranquilidad de haber hecho todo lo posible, pero no alcanzó ante un justo vencedor. Su gesto de aplaudir reflejó eso: pusimos el máximo esfuerzo, pero perdimos contra un equipo superior, a quien felicito por la clasificación y le deseo lo mejor en el Argentino», expresa Lucas Chavez, el entrenador y quien es el responsable de estos jovencitos.

Toto vive en Paso del Rey, asiste al Colegio Tiberio Botto, en segundo año. La institución educativa está a cuatro cuadras de su hogar paterno.

Mientras sigue progresando, aprendiendo, disfrutando, y cultivando valores, cuenta sus sueños como jugador.

«Jugar con el Federal en mi club, formar parte del TNA; después ir subiendo tipo Liga Nacional, otros países y poder jugar en la Selección Argentina. Siempre voy a estar agradecido a Los Indios por darme la oportunidad de formar parte de un club maravilloso», comenta.

Tomás Valenzuela, integrante de los U13 de un Indio que el miércoles no pudo ante el conjunto de Estudiantil Porteño en el clasificatorio al Argentino de Clubes. Pero con un  pequeño gran gesto, dejó constancia que si la historia la escriben los que ganan, eso significa que hay otra historia. La verdadera historia.