Se realizaron las Reuniones Regionales de FeBAMBA
Con el objetivo de seguir fomentando el desarrollo del básquet en cada...
Casa de Padua fue uno de los novatos en el Top 20, el certamen de elite en las divisiones formativas de FeBAMBA. A principios de año, en charla con Julián Musi, entrenador de la entidad del oeste bonaerense, comentaba como uno de los desafíos en sus equipos, el poder adaptarse a la competencia contra rivales de mayor fuste, o en todo caso, con continuidad en este certamen, y la posibilidad de no desentonar en la competencia.
Y no solo no desentonó, sino que estuvo a solo un paso de clasificar a la Zona Campeonato, dentro de un grupo muy competitivo. Pero el buen desempeño inicial le dejó un importante colchón de puntos, el cual le permitió recorrer la Repechaje sin ninguna dificultad, quedando primero en la tabla.
«No deja de ser un año positivo; como hablamos antes, este es un proyecto a cinco años, donde si se lograba ascender con las formativas, fuera en un contexto con posibilidades de mantenerse. A principios de año era una expectativa nueva, con el nivel al cual nos encontraríamos, las diferencias de talla sobre todo; e hicimos un gran año, donde escalamos un peldaño más. Por poco no pudimos meternos en el TOP 10, y capaz eso hubiera sido muy lindo para coronar la temporada, pero tuvimos el mérito de jugarle igual a igual a todos los clubes. Incluso por momentos marcamos nuestros ritmos, mostrar nuestra forma de juego en destacarnos por la defensa y correr rápido», expresa Julián en un alto de sus días de vacaciones, donde junto a su mujer Natalia están en las semanas previas al nacimiento de su primer hijo, el cual será varón y se llamará Juan Martín.
Como agregado al gran año de sus jugadores, dice:
«Incluso el setenta y cinco por ciento del equipo que jugó en Primera, estuvo integrado por los Juveniles y Cadetes, siendo un logro super importante. La tira del Nivel 2 se consagró campeona en U19 y U15, con muchos jugadores formándose en nuestra cantera, logrando el ascenso al Nivel 1, y eso reflejó el buen trabajo realizado allí. Como sabor amargo en medio de todos esos logros, nos quedó dar un pasito más en los playoffs, donde en las tres categorías que dirijo perdimos por escaso margen. Pero nos sirvió de experiencia pensando en subir nuestras vallas para este año».
Como dice el saber popular, lo difícil no es llegar sino mantenerse. Se le pregunta entonces cuáles fueron esos pequeños detalles que no le permitieron quedar en la parte alta del certamen.
«El detalle fundamental fue de la talla, sobre todo contra esos rivales que clasificaron arriba, como Boca, Lanús, River, Echague, Los Indios, con dos categorías muy fuertes que llegaron a las finales. Otro actor fueron el tener las segundas oportunidades, de convertir y llevarse el punto extra en esas jugadas ofensivas; pero el principal fue el tema de los nervios. Jugar contra rivales con la posibilidad de reclutar jugadores a nivel nacional, con rodaje en la Liga de Desarrollo; sobre todo era la expectativa por parte de los chicos en enfrentarlos. Pero una vez dentro de las canchas, lo ugás de igual a igual; y cuando tedas cuenta que se puede y que en base a trabajo no estás tan lejos, se fue achicando el margen. El primer año te juega una mala pasada, y por eso el mérito de haber conseguido mantenerse es muy meritorio. Porque te permite continuar sumando rodaje en el máximo nivel, te acostumbra a enfrentar a esos oponentes que antes los veías de lejos», puntualiza.
Ahora, mientras descansa todo el básquet de Padua, para retomar la actividad la primera semana de febrero, esperan saber cómo seguirán los campeonatos, y de allí proyectar el trabajo, con la mira dicha líneas arriba, acerca de seguir entreverados con los poderosos de la Federación. Salvo dos juveniles que terminaron su etapa de inferiores, luego todos seguirán perteneciendo a los planteles; con la continuidad, y un año de experiencia en el TOP 20, Musi aspira a subir sus propias proyecciones.
«Tenemos mucha expectativa por mantener las bases de los equipos; siempre además con el inicio de todo año por la llegada de algún jugador que te permita hacer una diferencia favorable. Y empezar con todas las planificaciones de cada división, buscando temas donde perfeccionar sus técnicas y aptitudes y de ese modo llegar a jugar en la Primera del club. En ese aspecto, tenemos el objetivo de meternos en la Copa Metropolitana, clasificar y codearnos con quienes están arriba. Pero volviendo a las formativas, haremos una buena pretemporada, acordar amistosos con algunos clubes y llegar lo mejor preparados para encarar el año. Como te dije, los escalones van subiendo, aumentan las obligaciones, por lo que la idea es seguir subiendo el nivel y terminar mejor de lo terminado en el 2017», señala.
El 22 de diciembre culminó la actividad, y ahora el parate hasta febrero, momento donde Julián y su mujer serán padres.
«Tomamos una pequeña licencia para poder acompañar a mi señora, ante cualquier inconveniente que pueda surgir. Seguramente retomaremos con las formativas el 5 de febrero. Y esta posibilidad de ser padre, sin dudas es el complemento ideal al lindo año que tuvimos; sin dudas estoy muy contento y ansioso a cuando llegue ese momento. Y cuando nazca Juan Martín, sin dudas Padua tendrá un hijo más», dice entre risas y una felicidad plena Julián, quien desde lo personal y laboral, está pasando los mejores momentos de su vida.
FOTOGRAFÍA: Gentileza Casa de Padua