Un argentino en Reino Unido

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Actualizado: marzo 20, 2015

La ciudad inglesa de Reading, situada en la confluencia de los ríos Támesis y Kennet y ubicada a unos 60 kilómetros al oeste de Londres, es tranquila y no muy grande, aunque ofrece muchas atracciones para el disfrute de sus casi 150.000 habitantes. The Reading Festival es considerado como uno de los mayores eventos musicales del país y, por supuesto, es de lo más destacado del lugar. Además, posee una gran variedad comercial y es sede de las más importantes empresas tecnológicas a nivel mundial, como Oracle, Microsoft o Intel.

La historia cuenta que su asentamiento data del siglo VIII y que fue un importante centro de la época medieval gracias a su Abadía, de la que hoy quedan sus ruinas. Además, fue uno de los lugares bombardeados durante la segunda Guerra Mundial.

En el plano deportivo, rápidamente se piensa en fútbol, con el Reading FC jugando en la segunda división, y en London Irish, equipo de rugby de la Premiership inglesa.

Dentro de todo ese contexto, hay un argentino que juega al básquetbol. Sí, al básquetbol. En Inglaterra. Posiblemente, cuando se divertía picando la pelota con los chicos de Ituzaingó y Midland, Emmanuel Campi (24) no pensaba donde desembocaría su carrera.

Su etapa en Argentina fue muy corta. Su familia, empujada por la crisis de 2001, decidió irse a vivir a España. Valencia fue la ciudad que lo recibió y donde empezó a elegir el básquetbol como forma de vida. Esta es la historia del pibe que, por ejemplo, llegó a jugar en cadetes con Ricky Rubio, hoy estrella de la Selección española, y que formó parte de un Pamesa Valencia con la presencia de Fabricio Oberto, Federico Kammerichs y Alejandro Montecchia. Pasen y vean.

-¿Cómo y por qué arrancaste a jugar al básquetbol? ¿Qué recordás de tus inicios?

-Arranqué a jugar cuando tenía 8 años, era de buen comer y tenía algún kilo de más. Tras una visita al pediatra, el doctor le recomendó a mi mamá que hiciera algún deporte, y la verdad es que a la hora de elegir no lo dudé mucho. En casa mi papá jugaba al básquet y mi abuelo había jugado. Por aquel entonces, a sus sesenta y pico, todavía se juntaba con su grupo dos veces por semana para jugar. Fue ahí cuando fui a probar al club de mi barrio en Ituzaingó y no tardé en darme cuenta de que el básquet iba a ser parte una parte importante de mi vida.

Fueron dos años en el Club Atlético Ituzaingó, donde di mis primeros pasos y empecé a amar este deporte. Era premini, pero enseguida me empecé a destacar por el tamaño, jugaba partidos con los Mini y hacía alguna práctica con infantiles. Me acuerdo que hicimos un encuentro de Minibasquet en Uruguay, donde fuimos primero nosotros y después vinieron ellos a visitarnos. Desgraciadamente, la sección de básquet del club desapareció por problemas económicos, pero mi pasión y motivación por el juego ya eran imparables. Entonces decidimos ir a Midland, que era uno de los clubes de referencia de la zona y jugaba una liga más competitiva. Fue una sola temporada, jugamos varios torneos e hicimos otro encuentro en Mar del Plata con el club Kimberley. En ese momento jugaba Leonardo Portillo en el club. Creo que era cadete y ya sobresalía del resto. Tenía muy buen físico y era talentoso y completo. Era una referencia, un espejo donde mirarse para todos los chicos de Midland.

-¿Por qué después decidieron irse a España? ¿Cómo fue tu recorrido allá?

-A finales de 2001, con lo complicado que estaba todo en Argentina, y como gracias a mi abuelo materno teníamos derecho a la doble nacionalidad, mis papás tomaron la gran decisión de probar suerte en España. Primero viajó mi papá con mi hermana mayor y a los dos meses fuimos el resto de la familia. Una nueva vida esperaba en Valencia, no sabíamos con qué nos íbamos a encontrar, pero yo si algo tenía claro era que quería seguir jugando al básquet. La anécdota que recordamos con gracia cuando hablamos del tema es que prácticamente tuvimos antes un club de básquet que colegio a donde ir a estudiar. Al principio todo era nuevo, nosotros veníamos de jugar en clubes muy familiares, donde cada fin de semana se jugaba la tira entera de todas las categorías, y acá cada equipo del club tenía su partido contra equipos diferentes. Muchos términos técnicos del juego eran totalmente nuevos para nosotros. Y a los pocos meses de estar jugando, recibí una carta de la Federación Autonómica para ir a la Preselección autonómica, equipo que terminé integrando y con el que fuimos a jugar el campeonato de España representando a la Comunidad Valenciana. Conseguimos el bronce. El oro se lo llevó Cataluña, con la actuación destacada de un pibe que se hacía llamar Ricky Rubio.

-Me contabas que después te fuiste nada menos que al Pamesa Valencia. ¿Cómo fue tu estadía ahí? ¿Tuviste relación con los argentinos del equipo?

-Claro, después de dos temporadas me llamaron del Pamesa Valencia, el club más representativo de la ciudad y uno de los mejores de España, por lo que no podía dejar pasar la oportunidad. Además, como aliciente personal para un pibe recién llegado de Argentina, tenían en el plantel del primer equipo a tres ídolos como Fabricio Oberto, Federico Kammerichs y Alejandro Montecchia. Quizás podría verlos de cerca. Como anécdota, tiempo después de pedirle una foto al final de un partido de ACB, terminé pasando alguna tarde con Kammerichs y los hermanos cordobeses Fabricio y Duilio Vay, quienes en aquella época también estaban en el club, al igual que Leo Mainoldi. En la playa y en su departamento se animaba con la guitarra, pero estaba empezando igual que Oberto. Ahora creo que los dos tocan mejor. Una persona muy humilde y muy cercana Fede. En Pamesa fue donde empecé a ver el básquet de una manera más profesional, con instalaciones muy buenas, donde se trabajaba mucho para estar cada año entre los mejores del país en cada categoría. Becaban chicos de todas partes de España e incluso traían extranjeros. En aquella etapa jugué varios campeonatos nacionales con diferente suerte y representé a la Selección autonómica en infantiles y cadetes. Cuando era cadete, también me llamaron para la Selección española y estuve con ellos dos concentraciones. Al final, me quedé a las puertas de una Selección que ese verano terminó ganando el oro en el Campeonato de Europa, con Ricky Rubio brillando a la cabeza (NdelaR: en la final de ese torneo, el actual base de Minnesota Timberwolves de la NBA sumó 51 puntos, 24 rebotes, 12 asistencias y siete robos de balón para ganarle la final a Rusia 110-106 en doble tiempo suplementario. Una locura).

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(Alejandro Montecchia y Federico Kammerichs sostienen la copa; arriba a la izquierda, el entrenador Paco Olmos)

-¿De España te fuiste a Inglaterra o jugaste en algún otro país?

-Antes de terminar los estudios conseguí una beca y estuve en Finlandia media temporada, donde jugué en la segunda división. Fue una experiencia muy curiosa en un país muy diferente, con muchas anécdotas que darían para escribir otro capítulo…

-¿Cómo llegás a jugar en Inglaterra?

-Cuando terminé la carrera de fisioterapia (kinesiología) en julio del año pasado, tenía claro que quería salir al extranjero a vivir una experiencia diferente y jugar al básquet fuera de casa, cosa que siempre me había hecho ilusión pero nunca me había animado, ya que me había decidido primero terminar de estudiar. Fue entonces cuando decidí empezar una búsqueda que terminó trayéndome a Inglaterra, uno de mis destinos principales por el tema del inglés, idioma tan importante hoy en día en este mundo tan globalizado. Por lo que acá estoy, jugando para los Reading Rockets. Somos cuatro chicos que venimos de España, al igual que el primer y segundo entrenador. El club nos puso una profesora particular y dos veces a la semana tenemos clases de inglés. En la cancha, por respeto a los compañeros, se habla en inglés, así que estoy aprendiendo bastante.

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(Campi con la camiseta número 10, abajo a la derecha)

 -¿En qué etapa de desarrollo está el básquetbol inglés? ¿Cuál es el estilo de juego?

-Está creciendo, sin duda. Hay muchos talentos jóvenes y bastante pasión por este deporte, a pesar de que en este país esté por detrás de otros como el fútbol, rugby, cricket. Se puede apreciar en cualquier fin de semana viendo a la gente llenar las canchas para ver los partidos de nuestra liga, por ejemplo. El problema lo tienen en las categorías inferiores, donde no hay un trabajo de base de calidad, lo que hace que se pierda parte de ese potencial inicial. Si bien las reglas son FIBA, yo diría que el estilo que tienen se parece bastante al estadounidense, donde se busca el espectáculo, se permite bastante el contacto y se ve mucho uno contra uno.

-¿Cómo es el formato de competencia y cuál es la situación de tu equipo?

-Nosotros competimos en la EBL1 (English Basketball League), que es el segundo nivel del país. La liga se juega a nivel nacional desde septiembre hasta abril. Es una liga dura, muy pareja, donde todos le pueden ganar a cualquiera. Es muy física, hay mucho contacto. Prácticamente todos los equipos tienen uno o dos estadounidenses más algún jugador de otro país europeo. Cada equipo juega en función de las características de su plantel, pero para mí lo que al final marca la diferencia son los equipos con entrenadores que preparan mejor los partidos tácticamente. La competición es bastante exigente a nivel físico  porque se compaginan tres competiciones: la liga, la Trophy y la National Cup (eliminación directa), jugando muchos fines de semana dos partidos, sábado y domingo. Solamente nos queda la liga. Quedamos eliminados de la Trophy y perdimos la final de la National Cup el pasado enero contra los Manchester Magic.

Actualmente hemos tenido un par de resultados desfavorables y estamos peleando en esta última etapa de la fase regular por entrar en el Top 4 para tener la ventaja de cancha en los playoffs, lo cual significa una gran diferencia. Se juegan cuartos de final a partido único en función de la posición de la fase regular y, a continuación, un final four con los cuatro equipos resultantes de esa fase en un mismo fin de semana, con semifinales y final.

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(Reading Rockets Bus donde viaja el plantel que integra el argentino)

-¿Cómo desarrollas el tema de la fisioterapia? ¿Podés vivir del básquet?

-Terminé la carrera el verano pasado y acá estoy con una beca aprendiendo con la fisioterapeuta que tenemos en el equipo. Al mismo tiempo, me encargo de tratar a las chicas del equipo femenino. Pero por suerte puedo dedicarme plenamente al básquet. No da para lujos, pero se puede vivir. Mi familia está en España y acá vivo en una casa compartida con unos chicos ingleses.

 -¿Extranás Argentina?

-Por supuesto, es donde nací y viví los primeros 11 años de mi vida. Además tengo mucha familia allá. La última vez que estuve fue en 2010, mi familia viajó para allá en estas últimas fiestas, pero yo al estar acá no tuve la suerte.

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(El argentino disfruta de su estadía en Inglaterra junto a sus compañeros)

-¿Te gustaría jugar acá?

-La verdad es que no estoy muy al tanto de la situación del básquet argentino en otras ligas inferiores a la Liga Nacional. Definitivamente me hubiera gustado poder jugar allá y poder ver como es la competición y todo lo que rodea al básquet en etapa profesional, pero la vida quiso que mi historia sea esta. A esta altura, no creo que tenga la oportunidad de llegar a jugar allá, ya que mi núcleo familiar está en Valencia y supongo que mi residencia principal va a estar ahí en el futuro. A la vez me siento argentino y estoy orgulloso de representar a nuestro país a donde quiera que el destino me lleve.

-¿Con qué sonás?

-Sueño con convertirme en un gran fisioterapeuta, quizá deportivo o a nivel asistencial, o ambas. Quiero sentirme realizado desempeñando mi profesión, disfrutar de la pasión del básquet, con todas las cosas positivas que me reporta, y ser feliz. Eso busco.

Ficha personal

Nombre y Apellido: Emmanuel Campi

Fecha de nacimiento: 22/05/1990

Lugar: Capital Federal

Trayectoria

Club Atletico Ituzaingó, 1998-2000

Club Atlético Ferrocarril Midland (Libertad), 2000-2001

Escolapias (Valencia, España), 2001-2003

Pamesa Valencia, 2003-2008 (Desde infantil hasta juvenil segundo año)

CB Jovens Almassera (senior, Liga EBA, 4° nivel en España), 2008-2009

Pamesa Valencia B (EBA), 2010-2011

CB Jovens Almassera (EBA), 2011-2012

CB Sisu 2° Division (3° nivel del país en Finlandia), 2012

Gandia Basket (EBA), 2013

CB Puerto de Sagunto, 2013-2014

Reading Rockets (Inglaterra) (EBL1, 2° nivel del país), 2014-2015