Gran jornada de Minibásquet en el Oeste

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Actualizado: marzo 26, 2018

Casi un centenar de chicos se divirtieron, jugaron y pasaron una jornada espectacular, el sábado pasado en las instalaciones de Estudiantil Porteño, con un campeonato de Minis, entre los cuales participaron junto al local, Argentino de Castelar, Afalp y Los Indios, con sus dos tiras. En total ocho conjuntos de entusiastas niños, le pusieron color y calor a un evento muy bien organizado, donde no solo jugaron al básquet, sino también tuvieron juegos y el almuerzo a cargo de los padres y subcomisión del club anfitrión.

Todo comenzó a las nueve de la mañana, con los jugadores de las cuatro instituciones en el rectángulo de la calle Barcala, en Ramos Mejía. Junto a ellos, los encargados de trabajar con los más chicos en Porteño, encabezados por Pablo Barrios, quien además de pertenecer al equipo superior que compite en el Torneo Federal, desde esta temporada es el coordinador del Mini.

Luego, la cancha principal partida en dos, para que los niños tuvieran el dinamismo de jugar varios cotejos, con el buen acompañamiento de los padres apostados en la tribuna. Pasado el mediodía, el almuerzo en el quincho, con unas sabrosas pastas, y de allí, el retorno a la cancha y continuar los cotejos.

Cerca de las 16 horas, nuevamente se sentaron en el medio de la cancha, y desde allí, fueron divididos en varios grupos, donde compitieron en lanzamientos libres, en formatos varios de juego. Los mismos se extendieron hasta las 17 horas, momento donde fueron entregados banderines alusivos a los profesores y entrenadores rivales, y al momento de retirarse hacia sus casas, pudieron ingerir jugos y turrones.

«La invitación surgió por parte de Porteño, con quienes mantenemos una linda relación con sus profesores, tanto como Pertuzzo hasta el año pasado, como Matías Izzo, Fede Ale y Pablo Barrios, con quienes somos amigos. Siempre nos tienen en cuenta para los torneos, porque saben de nuestro interés en participar y darle rodaje a los chicos. Estos encuentros son lindos, porque no solo generan la adrenalina por jugar, sino también suma para unir a los grupos de los demás clubes. Desde mi opinión, una experiencia muy enriquecedora para ellos; entiendo a veces el cansancio de los padres en estar presente en una actividad con tantas horas, pero les recalco lo importante de acompañarlos y verlos felices a sus hijos», remarca Fernando Lamela Lago, entrenador de Castelar, quien cumple su segunda temporada en el Patriota.

Con respecto a lo vivido el sábado, puntualiza:

«La organización, como siempre, fue de diez; ellos tienen muy aceitado este tipo de eventos. Hay mucho manejo y colaboración de los padres, y cuando se trabaja tan bien desde afuera, quienes mejor lo disfrutan son los chicos. Y cuando ves eso, entendés que al estar en el minibásquet, el adulto pasa a ser alguien secundario, al servicio de los pequeños, quienes deben aprender, pero sobre todo, a divertirse. Vivimos en tiempos muy difíciles, pero cuando estás dentro de un club, observando a un chico divertirse y aprendiendo un deporte tan hermoso como el básquet, es lo único importante».

Por su parte, los Indios se presentó, como desde hace treinta y ocho años, con Santiago Ibañez. Charo es una auténtica leyenda en el minibásquet del oeste, y en esta ocasión, fue acompañado por su monitora, Romina Stanford, quien participó de manera activa con los pequeños «indios».

«Invitados por el local, citamos a los jugadores, y nos presentamos con las dos tiras; me encantó, porque estuvo todo muy bien organizado. Los chicos se divirtieron un montón con la animación, los juegos y los partidos. Por cierto, ellos lo disfrutaron y nosotros también», expresa Romina, una vez concluida la fiesta en el Oeste.

«Es mi segundo año como profesora del club, y la verdad, cada día estoy mas feliz con lo que hago. Poder transmitir a ellos la pasión que tenemos como jugadores, enseñarles desde las experiencias y lo que sabemos, es lo mas lindo», agrega.

Con respecto a su nuevo rol, comenta:

«El desafío de los minis es nuevo, porque el año anterior estaba en escuelita y preminis; los profesores trabajamos en conjunto y rotamos sin categorías fijas. En 2017 estaba haciendo el curso, pude aprender más, y espero poder aplicarlo con los minis».

Por su parte, Pablo Cazabat, responsable de AFALP, explica:

«El año pasado ya participamos de una actividad similar cuando se hizo el EAM; nos mandaron una invitación un mes antes, e inmediatamente aceptamos. Da gusto ir porque está bien organizado, podemos jugar, que es lo más importante. Fuimos con los dos equipos, compitiendo en los respectivos niveles. Para rescatar, somos todos entrenadores de una misma generación, y mantenemos un criterio bastante homogéneo al trabajar con chicos, en cuanto a enseñanza, en los valores del juego, en enfocarse hacia lo importante, aledaño al juego en si. La foto final de los entrenadores, muestra la armonía con la cual trabajamos pensando en el Mini; de hecho, se debe mirar cómo están integrados los equipos de primera en esos clubes, y vas a notar que en gran parte, lo conforman jugadores con inicio de pequeños allí mismo».

Finalmente, Pablo Barrios, la cara visible de los organizadores, cuenta:

«Muy contento en cómo salió todo, la felicitación de los profes en decirte que estuvo espectacular; a los clubes se los recibió, se les dio la comida y continuaron hasta las cinco de la tarde. Quiero agradecer a los padres, porque sin ellos no hubiera sido posible; en levantarse tan temprano, venir con sus hijos, alentarlos, acompañar la jornada con unos mates y quedarse tantas horas, refleja un amor tremendo. Agradecer a los dirigentes, quienes posibilitaron cocinar las pastas, y sobre todo, ver a los chicos tan contentos y felices. Eso sin dudas te llena».

Cuando se le consulta sobre este nuevo desafío, de estar a cargo del minibásquet en una entidad que presenta en FeBAMBA tres tiras, responde:

«Estoy muy feliz con mi nuevo rol de coordinador, porque todos los días se aprende. Siempre le digo a los entrenadores (Javier Cabrera y Federico Ale) que también aprendo de ellos; veo a los chicos cada vez más enchufados, muchas horas en el club, la cantidad que crece, y realmente es increíble. Siempre trabajando, con la finalidad en que todo salga bien y el margen de error sea mínimo. de ese modo, el club seguirá creciendo, y llenándose de chicos».

Un sábado a puro básquet, con cuatro instituciones presentando sus dos equipos de minis, y como consecuencia de ello, la jornada llena de entusiasmo y algarabía, con casi un centenar de niños.