Se realizaron las Reuniones Regionales de FeBAMBA
Con el objetivo de seguir fomentando el desarrollo del básquet en cada...
El 2018 comenzó de manera muy positiva para Pablo Bertoni. No solo en una nueva temporada a cargo del básquet en Sholem, dirigiendo la Primera Metropolitana, la Flex y los U19, sino desde marzo, haciéndose cargo del minibásquet en San Lorenzo. La entidad de Boedo, luego de analizar varios perfiles, decidió darle la oportunidad al técnico, quien tras dirigir durante varios años en equipos de ligas zonales, sucesivamente estuvo en Midland, Nueva Chicago, y esta actualidad de salto grande para su profesión y carrera.
«Realmente estoy muy contento por esta posibilidad surgida en San Lorenzo; es un sueño para mi, en cierta forma, estar unido a un club de Liga Nacional. La llegada se dio por una recomendación de Nico Clavijo, me entrevistó Carlos Duro, y entre varios perfiles, una vez culminada la entrevista, me dijeron que había quedado. La verdad, siempre estuve ligado al minibásquet, porque me gusta mucho trabajar con los niños; y poder efectuarlo en San Lorenzo es muy lindo, porque está todo muy bien organizado. Tenés al utilero en cada detalle, el clima es muy bueno, los padres acompañan en todo. Los chicos van a entrenar con mucho hambre de aprender, y son conscientes del espejo que representa la primera. Lo que decís, aconsejás y transmitís, lo toman muy gustosos. Me siento feliz de pertenecer a este proyecto», señala Pablo en un alto de sus obligaciones, durante la tarde de un miércoles con clima incordioso.
Sin dudas, al momento de integrarse al azulgrana, ayudó bastante el buen trabajo desarrollado en Sholem.
«Este es mi quinto año en Sholem; llegué aquí a través de Quique Edelstein, una persona reconocida en el ámbito del voley, pero con mucho conocimiento deportivo. Vine en reemplazo de Javier Maretto y comenzamos a trabajar. En el mini, la actividad era un poco más recreativa, con otra filosofía; pudimos darle una vuelta de tuerca gracias a Lucas Vincent, porque le puso mucho de su cuerpo a la actividad. Las formativas, tras estar con Clavio, se les dio en primer instancia a José Villagra, y entre los dos le dieron una gran base. Luego, con Alejandro González, fue el golpe final para hoy en día tener conformados grupos, donde los chicos van a entrenar con mucha responsabilidad. El objetivo fue siempre nutrir a la Primera con jóvenes surgidos en las formativas, porque teníamos muchos de afuera, con poco sentido de identificación. Con todos estos años, se puede decir que toda la tira posee una óptica distinta, con cimientos para nutrir en los años próximos al equipo superior», señala Bertoni.
Apenas arribado a la institución de Villa Crespo, se hizo cargo de la Primera; luego de algunos cambios en la dirigencia, tomé la coordinación para dar una mano.
«Para tener una idea, surgió la idea de mandar todo el básquet a una liga comercial, pero allí hicimos con el Director de Deportes un trabajo arduo y conseguimos continuar en FeBAMBA. Desde allí, fuimos creciendo y de aquellos cincuenta chicos, hoy tenemos entrenando aproximadamente unos ciento diez. Incluso, este año conseguimos presentar una Primera Flex, la cual también dirijo, integrada por jugadores del club», señala.
Consolidado en Sholem, la pregunta es acerca de los objetivos para trabajar en San Lorenzo.
«Objetivos en el minibásquet, siempre hay muchísimos; en principio me preocupo porque los chicos entiendan el espíritu dentro del mismo. Desde los valores, pero no en el habla y después en cancha ves que se intenta utilizar armas alejadas desde lo que se pregona. La importancia de entender que se juega con los clubes y no contra los rivales; obviamente entendiendo la competencia, pero en el mejor sentido de la palabra. Uno siempre entrena para ser competitivo, pero queda allí, y entender su significado. Luego, se hace un gran trabajo desde lo social, buscando contener a los chico; principalmente vayan a aprender. Si las cosas no salen bien acorde a sus expectativas, las posibilidades de frustración son altas; entonces uno les explica que estas etapas son para aprender, hacer amigos, y si después surgen jugadores dedicados a esto, uno siente mas completo su trabajo. Pero no es el único ni el más importante. Nutrir a las formativas también es otro objetivo, y apuntamos a todas esas áreas», comenta.
Pablo Bertoni, entrenador en Sholem desde hace cinco años, y desde este, responsable del mini en San Lorenzo.