Filliol, a cargo de la Tira B de San Miguel

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Actualizado: mayo 4, 2018

Desde hace algunos años, San Miguel decidió ensanchar la plataforma formativa, y añadir una Tira B. Para ello, confió el armado a un jugador de su primera, Alberto Filliol. Como todo inicio, el mismo estuvo lleno de desafíos, pero de manera gradual, se están cumpliendo objetivos, sobre todo, el transmitir a los chicos la importancia de desafiarlos a mejorar, y compenetrarse con la filosofía del club.

«Regresé a San Miguel hace cinco años, para hacerme cargo del Mini A, además de asistente en las formativas y primera. Al año siguiente, hubo un cambio de entrenar en el plantel superior, y con ello una reeestructuración en cuanto a los técnicos. Facundo Nuñez, quien estaba con los B, pasó a los A, e ingresé allí, desde premini hasta juveniles. Ya van tres años, y por cierto estoy muy contento», comenta Beto, luego del fin de semana largo, que lo tuvo descansando en la costa.

Entonces, se le pregunta cómo fue el proceso en este tiempo que lo encuentro al comando de esa tira.

«Es un desafío muy grande; yo venía de ser asistente, no tenía grupos a cargo. No es sencillo trabajar con adolescentes, sin dudas es distinto a hacerlo con niños del mini; los más grandes tienen inquietudes, son rebeldes. Pero bueno, la posibilidad de conocerlos ayuda a interactuar y saber como actuar. Cuando arrancamos, no completábamos los equipos en ninguna categoría; entonces mi objetivo personal hacia el año siguiente era principalmente completarlos. En ese 2016 no completamos solamente en U19, lo cual es lógico, porque están en una etapa donde comienzan a estudiar en carreras, y dejan el deporte. Ahora, en este, estoy muy contento porque hemos llegado a completar, y eso significa ver los frutos al trabajo. En cuanto al nivel de juego, desde el principio hasta ahora observo buenos progresos. Si bien en una tira B no me mido por los resultados dentro de una cancha, pero perdíamos muy mal, con diferencias grandes, y en 2017, con los Infantiles caímos solo dos veces en todo el año. En esta temporada recién iniciada, estamos logrando varios resultados positivos. Eso ayuda a incentivar a los chicos en que deben ser la posibilidad de alimentar a la tira A; de hecho, los entrenamientos están abiertos para integrarse entre ellos», expresa.

Esta función, sin dudas lo ayuda a desarrollarse no solo como profesor de básquet, sino docente. Porque varias veces un chico puede sentirse en inferioridad al estar en una tira B; pero la enseñanza que con sacrificio, esfuerzo y esmero, puede llegar a un nivel más alto.

«No queremos ver producida esa situación, pero es inevitable, y debe suceder en todos los clubes que disponen de dos tiras. Como responsables, nuestra función es que no haya esa situación, sino puedan congeniar unidos, ser amigos. Con Facundo comenzamos el año haciendo un guiso entre todas las formativas; obviamente, al ser muchos pibes, algunos están más comprometidos a otros. Pero persistimos en la búsqueda de interrelación entre ellos, incluido los entrenamientos en conjunto. Es difícil, porque a veces el jugador se frustra al estar siempre en el B, porque se suma que al inicio de la temporada cae un jugador de otro lado, posee mayores y mejores fundamentos de básquet, y se ve postergado. Les hago tratar de entender que estar en el B tampoco es sinónimo de tener un techo corto. Les pongo mi ejemplo: juego desde los ocho años en el club, y una parte de mi vida me tocó jugar en Cadetes y Juveniles B; y seguí persistiendo, sin bajar los brazos, y logré jugar en la Primera A, donde actualmente continúo. Con sacrificio pueden llegar, y ese es el mensaje que siempre les bajo. Aunque no deja de ser una situación complicada y entendible», reflexiona.

Con un proyecto a largo plazo, sin dudas debe ser una satisfacción ver a esos minis crecer, y hoy tenerlos en U15, a punto de ser U17, con la gratificación del progreso no solo como jugadores, sino principalmente, con la conducta de integrante de equipos.

«Tal cual, uno de los objetivos de todo entrenador es involucrar en ellos el sentido de pertenencia hacia el club. Desde lo personal, poder mantenerme en el tiempo aquí y así poder presenciar los resultados de los chicos llegados en mini. Ver como progresan esos chicos, y por suerte la gran mayoría de esa camada está en el A, y me pone contento poder estar en sus vidas de deportistas desde tan pequeños. Antes, estuve en Caza y Pesca, y la verdad es duro irse de un club, porque después se los extraña. Por eso, quiero hacer las cosas bien, de acuerdo a los objetivos planteados por San Miguel, asi poder estar un tiempo prudencial y poder ver los resultados del trabajo. Saber si el trabajo realizado sirvió o no», admite.

Alberto Filliol, responsable de la Tira B en San Miguel. La posibilidad de entender y aprender su rol, y a la vez, ir adquiriendo conceptos humanos para trabajar con chicos en factores humanos, además del deportivo.