Buena base en el Mini de Social Beccar

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Actualizado: agosto 16, 2018

Francisco Laurelli llegó a Social Beccar en el 2011. Proveniente del sur argentino, su apodo «Calafate» remite al lugar de procedencia. Fue desde ese momento, donde se hizo cargo del minibásquet de la institución ubicada sobre la avenida Centenario.

«La primera vez que pisé el club fue en 2010; en aquel entonces llegaba a Buenos Aires a estudiar, ya que soy del interior, más precisamente de El Calafate, lugar donde me crié y el cual me brindó el apodo por el cual hoy me conocen en la institución. Comencé con las categorías máspequeñas, y año tras año se me presentaron nuevos desafíos y experiencias con chicos de diferentes edades y niveles. Actualmente, trabajo con Escuelita niños, Pre-mini, Mini, U-13, U-15 y Escuela de jóvenes»,expresa Francisco en la noche del lunes, mientras trabaja en el Club.

Para el momento de explicar cómo se dio su arribo a Social Beccar, explica:

«Simplemente como todo apasionado de este deporte, el venirme a estudiar no podía ser motivo para dejarlo, sea adentro o afuera de la cancha y el club me quedaba a unas cuadras de donde vivo. Desde el día que ingresé, me hicieron sentir como en mi casa. El motivo por el cual me vine a Buenos Aires, fue con la intención de formarme como entrenador. Desde el momento cuando comencé a trabajar en el club, estaba realizando el Nivel 1 de entrenador de básquet en el I.S.De. Con esfuerzo, año a año fui capacitándome y formándome, acompañado del trabajo en el club, el cual me permitió ir aplicando lo aprendido. En la actualidad, logré terminar el Nivel 3 de entrenador y el año pasado me recibí de Profesor de Educación Física».

Aún sin hijos, cuenta para desarrollar su trabajo,con la compañía de su novia, Zoe Bonato, a quien conoció al poco tiempo de llegar a Buenos Aires.

Cuando comenta la actualidad de su trabajo en la entidad, señala:

«Estamos desarrollando en conjunto con los Profesores Juan Casella y Maximiliano Villegas, un proyecto deportivo que engloba toda la disciplina del club, el cual busca el desarrollo integral de los niños y jóvenes. Junto a Juan, nos abocamos a la etapa formativa del Mini, y en las primeras experiencias competitivas de los chicos; mientras que, Maximiliano, desarrolla la formación de jugadores orientado a la primera división. Todo esto, es posible también gracias al gran apoyo del club y de los padres de los chicos. En especial Ariel, Martín y Fernando, quienes colaboran de manera constante, y siempre pendientes para asistir en lo que sea necesario».

Sobre la cantidad de niños que cuentan en la base piramidal, puntualiza:

«En este momento, contamos con treinta chicos en la categoría de Escuela (6 a 8 años), veinte en Pre-mini, quince en Mini, ocho en U-13 y dieciocho de U-15. Lo que buscamos con el proyecto deportivo desarrollado, es principalmente, poder brindar un espacio de práctica a todos los niños y/o jóvenes interesados en la actividad. Además, fortalecer y fomentar los valores éticos, buenos hábitos de alimentación y cuidados de la salud. Igualmente, fortalecer la utilización del club como medio de socialización. Consideramos que los objetivos planteados, superan lo deportivo y realzan al club de barrio como principal medio de formación social, por encima, incluso, del colegio».

Y agrega al respecto: «En cuanto a lo estrictamente deportivo, buscamos cada año ampliar la base de niños que practiquen la actividad, e intentar mantener el número a lo largo de los años. De ese modo, garantizamos una mínima cantidad de jugadores en todas las categorías. Sin contar que junto con buenos entrenamientos, son la clave para elevar el nivel deportivo».

Francisco Laurelli, más conocido como Calafate, responsable desde hace varios años del minibásquet en Social Beccar.