Se realizaron las Reuniones Regionales de FeBAMBA
Con el objetivo de seguir fomentando el desarrollo del básquet en cada...
El Minibásquet del Club San Andrés aprovechó el fin de semana largo y devolvió la visita del Encuentro Nacional con las Aguilas de Pozo Hondo. 29 chicos integrantes del Premini y Mini vivieron unos días de diversión, compartieron vivencias y jugaron al básquet con los locales, para terminar disfrutando todos juntos en las Termas de Río Hondo.
Sebastian Tilloy, profe del Club San Andrés, contó cómo fue el viaje a Santiago del Estero y no dejó de elogiar a toda la gente de Pozo Hondo: «Nos recibieron de una forma espectacular. Llegamos y estaban esperándonos con el desayuno, para que los chicos coman y tomen algo después del viaje en micro. Después, hicimos las designaciones y cada uno se fue a almorzar a la casa de su compañero. A la tarde, hicimos algunos partidos y empezamos jugando con nuestros minis contra sus U13 y fuimos cambiando para que jueguen todos durante la tarde. A la noche, terminamos comiendo todos juntos en un lugar enorme, con comida para los chicos, música y, en otro lado, un agasajo para los padres y profes con lechón, empanadas, todo muy completo. La atención de todo Pozo Hondo fue increíble. A la mañana siguiente fuimos a las termas, que están a 60km de la ciudad, y estuvimos todo el día. Los chicos lo disfrutaron al máximo, porque a pesar de que fue una visita corta, se hizo inolvidable».
San Andrés y Aguilas BB (Ph: Alejandro Albornoz)
Los chicos vivieron una experiencia distinta a la que se vive en Buenos Aires y fue algo que «ellos no lo podían creer», según las palabras de Sebastian. «Cuando volvimos a entrenar acá les dije: «Vieron que era posible pasarla bien sin la tele, la play, el celular», porque son realidades que no viven acá. Para combatir el calor allá, armamos guerras de agua en las puertas de las casas, acá nos encerramos en la casa y ponemos el aire. Por suerte pudieron vivir y conocer esta realidad distinta, que es algo de lo lindo del Encuentro», expresó.
Los grandes también quedaron encantados con la recepción de la gente local y así lo hicieron saber: «Los padres que viajaron conmigo, y yo incluido, no podíamos creer la atención. Para un pueblo tan chico, que vayan de repente cincuenta personas de Buenos Aires es algo revolucionario y es todo un evento importante. Estaban atentos a cada detalle, si a alguien le faltaba algo, nos consiguieron el hotel, si necesitábamos transporte, estaban los padres y profes para ayudarnos».
Por último, Tilloy hizo un balance personal del viaje: «Como profe, lo principal es que los chicos se diviertan. Uno siempre tiene el miedo de que alguno la pase mal, no le guste la comida, esté incomodo. Con uno que le haya ido mal, hace que el promedio sea malo. Sin embargo, no fue así para nada. Cuando les hice la devolución a cada uno, asiento por asiento, todos me dijeron que la pasaron genial, no podían creer la excelente atención recibida. Por ejemplo, si había algún chico que quizás no le gustaba la empanada de carne santiagueña, ellos se preocupaban por hacer un menú que le gustara. Así fue con todo, el lugar, las personas nos preguntaban si teníamos calor, si queríamos agua, lo que sea. En lo personal y como profe fue una experiencia increíble, conocí un lugar chico pero muy lindo en todo sentido, las personas, el lugar, la plaza principal, el club. Es otra realidad, que no se ve tanto, pero que es muy linda. Ellos nos contaron que fue un momento único, para ellos esta es la segunda vez que reciben a otro club de FeBAMBA. Yo vivo desde chico esto que es tan hermoso como los Encuentros y, me imagino, que al ser algo tan nuevo para ellos debe ser tremendo».