En San Justo disfrutan del presente

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Actualizado: abril 29, 2015

Pasaron ya algunas semanas, el cóctel de sensaciones luego de haber quedado eliminados en primera ronda de playoffs ante Peñarol del Tala persiste, aunque prevalece finalmente la satisfacción de haber cumplido con creces el objetivo primario de mantener la categoría en el Torneo Federal.

Huracán de San Justo tuvo a lo largo de la temporada constantes lesiones y bajas en su plantel que repercutió en su andar, y por ello durante gran parte del certamen lidió en posiciones de repechaje por no descender. Pero un tramo final metiendo varias victorias, sobre todo una muy festejada ante el por entonces líder Estudiantes de La Plata le dio un envión anímico refrendado 48 horas después en Nuñez frente a River y ahí si, descargar todas las tensiones acumuladas. La permanencia un año más en el tercer escalafón del básquet argentino estaba asegurada.

El Globito volvió a participar de una competencia nacional luego de 29 años. Su última aparición data del año 1985, cuando compitió en la Liga B. Por eso, para la dirigencia encabezada por Gabriel Nagel era muy importante aprovechar la posibilidad surgida tras el cupo disponible luego que GEVP desistiera de hacer uso del mismo.

Allí mismo comenzaron a trabajar en el diseño del equipo, junto al coordinador general del básquet y entrenador jefe, Mauro Salzman. Justamente Salzman es quien se reúne con Prensa y sentados frente a frente en el escritorio ubicado en el salón donde funciona el consultorio médico, conversan sobre el paso de su equipo en el torneo, además de la actualidad en formativas y el futuro inmediato.

«Nuestro objetivo como club, era conocer la categoría, instalarnos y no jugar por el descenso, y hacer la mejor campaña posible. En un momento estábamos penúltimos y jugamos un partido clave con Tandil, que motivó a los jugadores porque habíamos hecho un buen primer tiempo en La Plata, terminamos perdiendo por 20 y después vino Platense y nos ganó bien. Necesitábamos obtener puntos, enfrentamos a Independiente y pudimos ganarle. Allí fue nuestro despegue, porque de los últimos ocho cotejos, ganamos seis».

Cuando se le pregunta si no fue Villa Mitre el cotejo clave, por tratarse de un rival directo en la lucha de abajo, sostiene: «Villa Mitre fue muy importante; logramos ganarle y empatar la línea de ellos. Pero después nos faltaba, si caíamos en los encuentros siguientes esa victoria era en vano. Por suerte se nos dio el resultado con Estudiantes y River, entonces ese fin de semana pudimos quedar tranquilos con el tema del descenso.

A uno obviamente no le gusta perder, la verdad que los dirigentes nos apoyaron todo el trabajo que hicimos porque con los infortunios de bajas y lesiones siempre pudimos trabajar juntos. Nos pudimos sacar un peso de encima, no queríamos pelear por el descenso, saber que ya no lo íbamos a jugar nos dio un alivio grande».

Huracán llegó a disputar el TFB luego de culminar terceros en el Prefederal; cayó en semis ante GEVP en dos juegos, con un Parque en pleno ascenso, y luego, a un solo partido en cancha de Vélez, derrotar a Los Indios y con ello, quedar mejor posicionado en caso de abrirse un cupo para jugar el tercer eslabón.

«Estaba Vélez también;  siempre el equipo descendido es el primer invitado. Huracán tenía ganas de ganar el partido, porque fue un proceso corto pero lindo, fue una unión de todos, jugadores, dirigentes. Enfrentamos a Moreno en Vélez, queríamos cerrar ganando, la verdad lo merecíamos, después si se nos daba o no, era otro tema. Vencimos y quedamos a la espera de saber si nos sumábamos al federal».

Finalmente se sumaron, incorporaron jugadores y arrancaron bien, con tres victorias en las primeras cuatro jornadas. Pero un tsunami de lesiones comenzó a minar el plantel, y Salzman debió improvisar sobre la marcha equipos nuevos cada semana. Se acumularon derrotas y Huracán debió adaptarse a los nuevos objetivos. Con un plantel estabilizado en las fechas póstumas (Juan Bello, Matías Pacioti, Ezequiel Manzanares, Germán Fernández y Sebastián Paz Duarte), logró encolumnar una seguidilla de triunfos que no solo lo alejaron de pelear por no descender sino que tras culminar la fase regular derrotando en casa a San Lorenzo de Chivilcoy le permitió jugar la reclasificación ante Peñarol con ventaja de localía.

«No pudimos aprovechar esa ventaja, ni sostener el nivel de las ultimas fechas; veníamos muy cansados por todo el desgaste. Nos encontramos con un equipo prolijo con buenos jugadores, realmente nos sorprendieron».

Culminada esta primer experiencia en el Federal, Mauro se enfoca de lleno nuevamente al futuro del club, donde llegó a los siete años, influenciado por sus padres Luis y Marta, quienes querían que su hijo aprovechara su altura practicando deportes. Toda su vida está ligada a la institución del oeste bonaerense; debutó en la primera a los 19, con Gastón Peveri (actual entrenador del Gei), manejando la base, siempre lidiando con su carácter, al que él mismo denomina como «temperamental».

Años duros y complicados, hasta el tiempo donde se llegó a jugar en la primera C y sus inferiores instaladas en el Nivel 6. Desde ese momento, decidieron entre dirigentes y socios realizar una profunda reestructuración.

«Huracán tuvo una crisis económica que obviamente produce crisis deportiva y tocamos fondo, pero por suerte pudimos reorganizarnos y empezar a levantar y reorganizar la activad hasta que el año pasado pudimos jugar el Top 10 de inferiores y hoy estamos jugando un torneo profesional. La verdad fue duro, porque no teníamos recursos, el entrenador venia ad hoorem, no podíamos entrenar como un equipo de primera, era difícil, se veía que no estábamos de la mejor manera», cuenta Mauro Salzman.

Y habla del proyecto que Huracán mantiene e intenta llevarlo hacia adelante donde se involucra la particpación en el Torneo Federal.

«Esto es una construcción que viene desde la dirigencia y cuerpo técnico, pudimos salir adelante en un montón de cuestiones, pudimos mejorar y hoy tenemos consultorios médicos: Mónica Torres (nutricionista), David Mazzineli (psicólogo), Raúl Lamas (kinesiólogo). Fue creciendo el cuerpo técnico, tenemos la posibilidad de trabajar dos veces por semana fuera de horario permanente y ejercicios individuales para todos los chicos. Eso nos fue enriqueciendo desde lo basquetbolístico, y por eso hoy el club está bien posicionado», asegura Salzman.

Además, dirige el plantel superior disputando el Nivel 2 de la Conferencia Oeste, integrado principalmente por juveniles y cadetes buscando darles el rodaje necesario y con eso convertirse en alternativas válidas cuando comience el Federal 2015-2106, en septiembre. A ellos se les suma Gabriel Pires, quien una lesión severa en una de sus manos lo mantuvo alejado de las canchas un prolongado tiempo, y por eso un modo de recuperar ritmo de competencia es jugando como líder de los chicos.  Jóvenes con la responsabilidad de repetir la labor del año pasado en el Top 20, cuando lograron colarse en la primera parte de la temporada entre los primeros cinco de su zona y jugar la segunda mitad en el grupo Campeonato.

«Los cambios deben ser estructurales, del pasado hay que aprender y no cometer los mismos errores. Huracán aprendió, el cuerpo técnico también; intentamos seguir el camino, y nos sirvió estar alineados dando pasos cortos pero firmes.No retrocedimos más, las inferiores son difíciles, pero terminamos jugando el año en Top 20, donde hay muchos equipos difíciles como Lanús, Boca, Obras, Morón , Porteño etc. Siempre consideramos que mientras estés bien posicionado a nivel club, las inferiores van a poder enfrentarse a rivales más complicados. Es difícil esta vez, con ocho descensos directos, pero me tengo fe», dice Mauro. No pierde esa visión a pesar de haberle quitado el invicto a Lanús y ganarle a Obras en 2014.

Con una base de 250 jóvenes practicando básquet, la expectativa es posicionar a la entidad en los certámenes de élite de FeBAMBA.

«El trabajo formativo es el primer pilar apuntado por nosotros. Obviamente el Top 20 no es fácil ,por eso Huracán cuando llego a este nivel decidió tener reclutados. Reclutamos chicos del interior. Tenemos gente que va a ver jugadores, tenemos contactos y representantes. Poseemos una base, es bueno que el mini básquet vaya a jugar con las inferiores y se acostumbren a jugar en buenos niveles», dice este estudiante de Derecho (cursa el segundo año en la Universidad de Lomas); justamente, admite que puede realizarse desde el aspecto personal gracias al apoyo constante de Nadia, su mujer y sus dos hijas, Jazmín (11) y Antonella (2).

«El club no tiene que vivir en el pasado, ni tampoco proyectar demasiado, sino vivir el presente. Estamos en una etapa de evaluación (situación económica, presupuesto, elaboración del trabajo), crecer a pasos cortos, pero estables y firmes»

Mauro Salzman, producto genuino del club, disfruta por estos días como coordinador general de la actividad la actualidad del Globito. Sabe lo mucho que debió bregar la institución para salir del pozo donde habían quedado sumergidos, y por eso es consciente, junto a la dirigencia, de los errores que no deben volver a cometerse y así entonces, seguir posicionándose como una entidad peleando con la Primera en ámbitos nacionales y con sus formativas sábado a sábado con los mejores equipos de la Federación.