Se realizaron las Reuniones Regionales de FeBAMBA
Con el objetivo de seguir fomentando el desarrollo del básquet en cada...
A pesar del atardecer fresco, los pequeños preminis de Casa de Padua no se intimidan y bajo las indicaciones de su profesor, Francisco Pirani, se sientan en fila india sobre el piso del patio abierto ubicado en el centro de las instalaciones del club.
Padua es un club con tradición en FeBAMBA, por eso el enfoque sobre la base piramidal formativa es un aspecto, como en tantos otros clubes, tomado con responsabilidad. Allí, trabaja como coordinador general de ese departamento Fernando Amago, quien desde dicha función está bregando para que el minibásquet funcione los cinco días a la semana. Junto a Pirani, la tira que disputará el Flex está a cargo de Martín Revello, quien además se incorporó como refuerzo de la Primera.
En total, aproximadamente cincuenta chicos (entre siete y doce años) participan de los entrenamientos, divididos en dos grupos, quienes alternan los diversos ejercicios diseñados por los profesores. Para ello, cuentan con un flamante gimnasio aledaño, donde anteriormente funcionaba la cancha de bochas. Con la visión de brindarle mayores espacios de trabajo a quienes van incorporándose al club ubicado a tres cuadras de la estación San Antonio de Padua, en el partido de Merlo, acondicionaron ese sector, poniendo en principio el techo, y gradualmente las paredes. Paredes que , según cuenta el propio Amago, serán pintadas temáticamente, con el fin de sacarles provecho al momento de entrenar. Por ejemplo, trabajos de pases, números, tableros, etc. En el entrepiso funciona una sala con máquinas para la optimización física y de musculación, exclusivamente para el básquet, en todas sus categorías.
Los entrenamientos consisten en media hora de motricidad, posteriormente una hora de trabajos tácticos y juego, separados en dos canchas: la central donde se juegan los partidos cada semana y la construida recientemente.
«La idea es armar una base de minibasquet grande; siento la necesidad de dar buenas clases, que los chicos aprendan, hacer un seguimiento en cada uno de ellos y poder con el tiempo disponer de dos tiras completas. Trabajamos en función a esa visión», explica Fernando, mientras va recorriendo junto al cronista las nuevas instalaciones, que reflejan el esfuerzo mancomunado de dirigentes, entrenadores, padres y jugadores por acrecentar las comodidades buscando el crecimiento integral que le permita a Casa ser uno de los referentes del oeste cuando se habla de este deporte.
«Tenemos varias ideas para proyectar, por ejemplo armar un grupo de padres colaboradores del minibásquet y que la identificacion de los chicos arranque en esas edades. Los chicos que se acercan comienzan en un grupo de inicio en la edad correspondiente, asi podemos respetar los momentos de aprendizaje de cada uno», explica el coordinador, consciente que de esos grupos incorporados año tras año surgirán los nuevos valores responsables para mantener formativas competitivas. Padua este año es uno de los protagonistas del Nivel 1 en su conferencia, intentando instalarse y mantenerse dentro de los dos primeros lugares en la tabla general que le permitirá a quienes accedan allí, a disputar la temporada próxima el TOP 20.
Los pequeños, ajenos a todo eso, sonríen y disfrutan la posibilidad de ir incorporando los primeros conceptos y fundamentos sobre el básquet en sus vidas. Por eso, mientras sus padres y madres le hacen frente estoicamente al incipiente otoño fresco, ellos solo se concentran en aprender a jugar.