Noche de campeones

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Actualizado: mayo 14, 2015

El Juego de las Estrellas tuvo su segundo día con un Luna Park repleto. En esta última jornada se pudo disfrutar de la final del campeonato de volcadas, el partido entre nacionales y extranjeros. El broche final y emocionante se observó durante el homenaje a los campeones mundiales de 1950.

Una vez más el público dijo presente, el Luna Park estalló entre música, gritos y aplausos. El partido se desarrolló con mucha naturalidad, donde las risas entre los jugadores y las miradas cómplices para entretener al público estuvieron a la orden de la noche.

En el entretiempo estuvo la final del torneo del volcadas donde todos deliraron con el show de Ramón Clemente, actual jugador de Obras Basket, pero quien se llevó la victoria y defendió el título por tercera vez consecutiva fue Tayavek Gallizzi de Quilmes de Mar del Plata.

Al finalizar el partido de las estrellas llegó el momento más emotivo de la noche. Se hicieron presentes en el medio del estadio los campeones del mundo del 50 donde los jugadores se aceraron y le entregaron las actuales camisetas de Argentina con los números que utilizaron en aquel momento. La gente no dudó en pararse y fue un sinfín de aplausos y de mucha emoción.

Aquellos ídolos son, entre otros, Ricardo González, Omar Monza, Oscar Furlong, Ignacio Poletti, Rubén Menini y Juan Carlos Uder, componentes de aquel conjunto que batió en la final a los Estados Unidos, por 64-50. También estuvo el técnico de ese equipo nacional, Jorge Canavesi. Algunos cercanos a los 90 años o incluso ya cumplidos.

Luis Scola, capitán de la selección Argentina no supo definir si prefiere que, dentro de 50 años, las futuras generaciones del básquetbol lo hagan a él partícipe de un homenaje. “No me imagino, la verdad. No sé qué me gustaría dentro de 50 años. Lo que sí puedo imaginar es que sería muy emotivo. Sentí que ellos – por los integrantes del seleccionado del ’50 – estaban muy emocionados”, apuntó.

El ex jugador de Ferro Carril Oeste en la Liga Nacional también se refirió a la importancia que reviste el Luna Park para el básquetbol local.

“Es un lugar emblemático, muy importante. No sé si es la cuna del básquetbol, pero sí que acá se consiguió el único título mundial de la historia en una ciudad en la que no hay mucho básquetbol”, finalizó Scola.

Un cierre de lujo con los legendarios de 1950 para aquellos que aman este deporte y para los que no lo son, supieron que antes de la Generación Dorada existieron estos héroes que por primera vez en la historia del básquetbol dejaron a nuestro país en lo más alto del podio.

El homenaje a los campeones del mundo en 1950

Gentileza Básquet Plus