Se realizaron las Reuniones Regionales de FeBAMBA
Con el objetivo de seguir fomentando el desarrollo del básquet en cada...
Para los chicos de las inferiores de Obras Basket era un entrenamiento como cualquiera en un día normal. Todo muy cotidiano. Sin embargo, antes de empezar, una cara conocida apareció, saludó a cada persona que se le cruzó y se integró al trabajo. Claro, Cristian “Titi” Cortés conoce cada rincón del estadio que lo vio ser el jugador más joven en debutar en la Liga Nacional. Y para no perder la costumbre de mantenerse en forma para encarar el torneo Prefederal con Estudiantil Porteño, el base decidió entrenarse con los pibes aurinegros para conservar el ritmo, haciendo gala de su profesionalismo y madurez como jugador de básquetbol.
Luego de una tarde exigente, el jugador de Halcones Rojos de Veracruz (México) habló sobre su actualidad y su decisión de utilizar el receso para jugar el Prefederal. “No me tomo el Prefederal como un torneo para jugar así nomás, me lo tomo con humildad porque es exigente y porque vengo a cumplir un rol diferente al que tengo en México. Eso lo transforma en un desafío mayor. Quizás acá tengo más la pelota y tomo más tiros. Hace cuatro años que no tomo esas decisiones”, aseguró entre risas.
-¿Cómo te sentís con el equipo y personalmente?
-Muy bien, muy contento de estar de nuevo en Argentina, sobre todo porque paso mucho tiempo lejos de mi país. Siempre es lindo volver. Lo de Estudiantil Porteño me viene bárbaro, porque esta es una etapa de receso en México que, por lo general, dura tres o cuatro meses. Esto me viene bien para mantenerme en competencia jugando en un torneo de buen nivel como el Prefederal. Quiero mantenerme entrenado y mejorar cosas de mi juego para encarar la próxima temporada.
-¿Qué pensás que tenés que mejorar?
-Muchas cosas (se ríe). Cuando termina la temporada hago un balance individual, aparte del grupal. Obviamente quiero mejorar y jugar bien, sobre todo para poder aportar más cosas. En esta etapa creo que me estoy concentrando en pulir mi tiro, es algo que pienso que puedo hacer mejor. Si bien lo fui mejorando a lo largo de la temporada en México es un aspecto en el que me quiero afianzar. Después busco estar mejor en lo físico y mantenerme.
-¿Siempre fuiste de buscar una competencia alternativa y de mantenerte bien entrenado durante los recesos?
-Sí, me encanta, me gusta estar jugando. Es la mejor manera de evolucionar. En esta parte me gusta también entrenar lo individual, por eso vine a trabajar con los chicos de Obras para hacer todo lo que son fundamentos. En algún momento tuve una lesión (talón de aquiles) que me mantuvo mucho tiempo lejos, pero ahora ya me siento bárbaro.
-¿Por qué Estudiantil Porteño?
-Me lo propuso Juan Ignacio González, el entrenador. Se comunicó conmigo cuando yo estaba en México, entre febrero y marzo. El equipo estaba en el medio de los playoffs pero ya faltaba poco para volver. Yo, mientras tanto, pensaba que iba a hacer en el receso y buscaba opciones. Hay un torneo allá que se llama Cibacopa que se juega en estos meses, pero en realidad quería estar en Argentina y cerca de la familia. La idea de venir a Estudiantil me gustó muchísimo y no tardamos mucho en arreglar.
-¿Te motivó también la presencia de varias figuras en el torneo?
-Sí, ni hablar. El Prefederal está muy duro. Todos tenemos en claro la jerarquía de Maxi Stanic, por ejemplo. Que participen jugadores de buen nivel hace que el torneo sea bien competitivo. Esto me viene muy bien. Que el torneo tenga esa exigencia influyó en mi decisión.
-¿Qué podés analizar del rendimiento del equipo hasta el momento?
-Creo que estamos yendo de menor a mayor. Es normal que un equipo que tiene apenas 20 días de entrenamiento no juegue muy bien, tome malos tiros o no rote mucho el balón. Estamos pasando por un proceso lógico. Sí puedo distinguir las ganas y la actitud que está teniendo el grupo para sumar alguna cosa todos los días. Eso alimenta la predisposición a la hora de mejorar y de buscar hacer un buen papel en el torneo.
-¿Se plantearon objetivos?
-No, vamos paso a paso. Sería muy difícil fijar un objetivo para un equipo que es tan nuevo. Queremos formar un verdadero equipo, con todo lo que significa esa palabra. No es fácil, lleva tiempo y trabajo. Primero apuntamos a eso, después iremos viendo para que estamos.
Su vida y el básquetbol mexicano
Cortés tiene un año más de contrato en Halcones Rojos de Veracruz, equipo con el que buscará llegar bien alto en la Liga Nacional de Baloncesto Profesional la próxima temporada. La idea es superar las semifinales que alcanzaron este año. “Nos quedó una espina clavada por eso. Gran parte de los jugadores se van a quedar para el próximo torneo. Fue como una apuesta en conjunto para intentar llegar más lejos. Es un grupo espectacular en todo sentido, tanto los jugadores como el cuerpo técnico y los dirigentes. Siento que allá estoy aprendiendo y progresando mucho. El año que viene queremos ganar”, comentó.
-¿Cómo es la vida allá?
-México es un país muy particular. Es una cultura totalmente diferente a la nuestra en muchas cosas. La gente de Veracruz es muy receptiva, te ven y rápidamente te invitan a comer a la casa, sobre todo si sos extranjero. También hay una gran comunidad cubana que le un ambiente caribeño a la ciudad. Es un lugar muy tranquilo para vivir, a pesar de que en algún momento hubo problemas con el narcotráfico, lo que no es un dato menor. Pero hace un par de años que este tema está bastante controlado y se vive muy bien. Particularmente siempre me sentí seguro, nunca me tocó de cerca este tema. Si sé que han pasado cosas, no solo en Veracruz sino en todo México.
-El básquetbol mexicano se ha desarrollado mucho en los últimos años. ¿Cómo lo ves?
-Es un básquet donde dominan seis equipos. Es una liga que está creciendo de a poco. Tiene aspectos totalmente diferentes a lo que es la Liga Nacional, no solo en lo basquetbolístico sino también en lo dirigencial. No soy quién para decir si son mejores o peores, pero sí son muy diferentes. Lo que creció mucho fue la Selección a partir de la conducción de Sergio Valdeolmillos como entrenador. Eso provocó el crecimiento del básquetbol en el país y que muchos quieran invertir en los equipos. En México la evolución fue al revés: desde la Selección hacia la liga. Además se da la particularidad de que, al tener a Estados Unidos al lado, muchos jugadores estudian y se forman allá y no llegan a generar esa pertenencia con los clubes. Hay muchos chicos que llegan a la liga y ni siquiera hablan español. Por otro lado, el juego tiene que ver con un estilo más norteamericano, más rápido y menos táctico pero sí más físico. Todavía me cuesta acostumbrarme a esa forma de jugar. Pero bueno, a la vez puedo aportar otras cosas. Cuando entro a la cancha el equipo quizás cambia el ritmo y eso me sirve. El nivel de jugadores está, lo que falta es ese juego en equipo que en Argentina tenemos súper aceitado.