Se realizaron las Reuniones Regionales de FeBAMBA
Con el objetivo de seguir fomentando el desarrollo del básquet en cada...
Aquellas jornadas aciagas de abril del 2012 quedaron atrás. Esas imágenes devastadoras producto del temporal que azotó gran parte del conurbano bonaerense y que a Gimnasia y Esgrima de Ituzaingó le produjo enormes destrozos edilicios son fotografías tristes mutadas en felicidad plena el viernes a la noche, cuando luego de tres años, se inauguró el nuevo piso del gimnasio, en una jornada cuyo plato principal era el cotejo de la primera contra Casa de Padua, pero en la previa hubo festejos, reconocimientos, entregas de plaquetas y torneos informales entre los padres y asistentes.
Con más de 200 personas diciendo presente (buen número teniendo en cuenta el frío reinante), el evento comenzó pasadas las 20 horas; globos azules y blancos, música, animadores fueron parte accesoria para ir esperando el momento donde formalmente la cancha se estrenara. Tras un torneo de triples con los padres de los chicos que componen las formativas del Gei (quienes dijeron presente vestidos con los atuendos del club), procedieron a entregar plaquetas de reconocimiento y agradecimiento por diversos canales de colaboración. El secretario de FeBAMBA, Javier Ramírez, fue el encargado de recibir la misma en nombre de la Federación.
En un marco de efervescencia, sumado a que el equipo visitante también llevó una buena cantidad de espectadores, el partido terminó cerrando el círculo de felicidad para el local, quien teniéndolo prácticamente perdido a falta de seis segundos con posesión para Padua y abajo por uno, logró recuperar el balón, y con dos libres convertidos por Matías Arias, quedarse con un muy festejado 70-69, logrando además su novena victoria consecutiva que lo deposita en el lote de los cuatro primeros. Una campaña notable para un equipo muy similar al que disputó en 2014 el Nivel 2 del Oeste.
Prensa habló con Nicolás Fraga, una de las caras visibles de la subcomisión de básquet, quienes trabajando arduamente lograron el anhelo de volver a poner el gimnasio en condiciones, entre otras obras.
– Nico, desde aquel temporal hasta este presente, pasó mucho agua bajo el puente, y bastante trabajo que hoy se ve reflejado.
– Por suerte, con el trabajo de todos nos abrió las puertas para remontar aquel escenario, y hoy estamos inaugurando el estadio que quedó hermoso. Es el premio al esfuerzo, de muchas jornadas de trabajo, de sacar clavos para remover el viejo piso, de poner el nuevo. Valió la pena el sacrificio, hoy estamos todos contentos.
– ¿Cómo se llegó a esta actualidad?
– Al principio era remarla y subsistir con lo que nos quedó, eran todo parches. Debimos clausurar las cosas que no funcionaban y a partir de una comisión que se formó junto a varias subcomisiones, nos pusimos a trabajar todos juntos y eso nos dio la fuerza y empuje. Nos sumamos mucha gente joven, con ganas de producir, con el apoyo de los grandes, y logramos que tanto padres como chicos se sientan parte de la institución. A partir de eso, comenzamos la reconstrucción.
– ¿Cómo se consiguieron los recursos para financiar las obras?
– Hicimos bonos contribución, rifas, torneos de 3×3, limpiamos el piso para poder vender el excedente, recurrimos a publicidad, a socios históricos del club que pusieron plata y que fueron protagonistas cuando se instaló el piso anterior, realizamos además eventos. Todo sumó para llegar a conseguir el dinero; aún no terminamos de pagar el piso, eso será en febrero de 2016, por eso ya tenemos organizado un bingo. Es un trabajo constante, pero vemos reflejado el esfuerzo y eso nos da energías.
– Cuando ves el estadio con esta cantidad de gente, ¿qué te produce?
– ¡No lo puedo creer! Imaginate, volví de un viaje programado en principio para mañana (ndr: sábado 15) pero apenas vi que el partido se jugaba hoy, retorné antes. Me pasé los últimos 30 días viniendo a las ocho de la mañana a ver la obra, ver los cambios a realizar, y no podía faltar en este momento histórico para nosotros. Estoy muy orgulloso, me crié en el club, vivo para el club. Pero soy uno más en esta pasión; los otros chicos de la subcomisión (son nueve en total), mas los jugadores trabajamos en conjunto. De hecho ya tenemos la idea de pintar el gimnasio para dejarlo en mejores condiciones. Junto al piso, cambiamos los aros, la mesa de control y el reloj de 24. Es mucho esfuerzo, pero con ganas se consiguen los objetivos. Y por eso hoy hay tanta gente, porque fueron parte de este proceso, y estas obras también les corresponde a ellos.
Con mucho trabajo, con el deseo firme de no dejarse ganar por el desánimo, con la visión a futuro de que podían tener un futuro mejor, Gei disfruta, luego de aquellos dolorosos y no tan lejanos tiempos, de un presente lleno de felicidad.
FOTOGRAFÍA: Gustavo Magnífico – Club Gei