Se realizaron las Reuniones Regionales de FeBAMBA
Con el objetivo de seguir fomentando el desarrollo del básquet en cada...
Luego de varios años alejado como entrenador del club Casa de Padua – donde integra la comisión directiva -, Fabio Bonald volvió a calzarse el buzo de técnico para dirigir al equipo de la Primera que compite en el Nivel 1 del torneo de conferencias, además de ser el coordinador general del básquet.
Con una vasta trayectoria, que incluye campeonato con Náutico Hacoaj, Fabio está en pleno proceso de conocimiento mutuo con los jugadores actuales de Padua, y simultáneamente trabajando en un proyecto que, según sus propias palabras, llevará algunos años para instalar nuevamente a la institución del partido de Merlo en los primeros planos, ya sea con el plantel superior y también sus formativas.
En charla con Prensa, a un costado del gimnasio donde los juveniles están a punto de disputar un cotejo reprogramado, Bonald desgrana sus pensamientos con respecto a esos puntos.
– Fabio, restan siete jornadas antes de culminar la fase regular del torneo, y hasta el momento, tu equipo está ingresando en los playoffs, ocupando la octava plaza y peleando la séptima. ¿Cuál es tu balance de estas 19 fechas disputadas?
– Tengo una mirada positiva, al principio pensé que a esta altura tendríamos menos encuentros ganados, pero tenemos muchísimas cosas por mejorar, principalmente porque se viene una etapa muy dura donde enfrentamos a los de arriba. La caída ante Universidad de La Matanza fue clave porque es un rival directo por ocupar lugar entre los ocho mejores. Al tener una plantilla joven y al goleador lesionado (Leonardo Gutiérrez), se nos hizo complicado el partido. Si bien se incorporó ahora Fernando Abbot, su lesión delicada en la rodilla hace que aún vaya de a poco, pero sin dudas nos sumará bastante.
– ¿Realmente pensabas que ganarías menos cotejos de los ganados hasta el momento?
– Si, es la verdad, porque en principio armamos el plantel con mayoría de jóvenes del club, las incorporaciones fueron muy acotadas a lo que podíamos y no trajimos lo que en principio queríamos; entonces tomamos en relación al alcance del dinero disponible en el club, y con eso estamos tratando de construir, conformando el mejor equipo posible.
– ¿Observás una diferencia grande entre algunos protagonistas y el resto o percibís paridad?
– Hay tres equipos por encima del resto. Ramos Mejía, Estudiantil Porteño y Los Indios tienen una gran diferencia con los demás. Poseen jugadores de renombre que asoman cuando los sistemas no funcionan y sacan a flote partidos complicados. Me pasó con Deportivo Morón por ejemplo, con el cubano (Radbel Hechebarría) y el base (Matías Paciotti, actualmente en Huracán San Justo) se cargaron el equipo al hombro y me ganaron. Nosotros somos muy jóvenes, nos equivocamos en las decisiones pero con el trabajo apuntamos a corregir y pulir esos detalles.
– Hace unos meses me dijiste que debías volver a refrescar conceptos porque hacía un tiempo estabas alejado de la conducción técnica. ¿En este tiempo pudiste hacerlo?
– El proceso va rodando, de hecho, hoy en el partido de U15 uno de los jueces me echó, y ahí entendí que estoy volviendo a ser el que fui (risas). Hemos perdido ciertos partidos en situaciones tontas, y fue por no conocer a los jugadores. Un ejemplo fue contra el Gei (NdR: ganaba por un punto restando seis segundos y con reposición del balón en media cancha), donde puse a un jugador para sacar el balón y debí poner otro. Es un proceso donde los jugadores me deben entender y yo entender a ellos; ese feedback lo debemos construir entre todos, pero lleva su tiempo. Si bien soy de Padua de toda la vida, hace diez años que no dirijo aquí, son todos nuevos, crecieron en la institución estando yo ausente; no nos conocemos, y en esta etapa de conocimiento mutuo perfeccionaremos los detalles que no nos harán perder partidos ganados
– ¿Te ves disputando los playoffs?
– Vamos a hacer el esfuerzo, como primer objetivo intentaremos quedar entre los primeros ocho, y una vez logrado eso, siempre hay espacio para soñar. Cayendo dentro de la realidad donde nos movemos, trabajamos para estar a la altura, y rendir un poco más de acuerdo a nuestras capacidades. Yo creo en mi laburo, el mérito mío debe radicar en convencerlo al jugador para trasladar al rectángulo lo que pretendo de ellos.
– Sos el coordinador general del básquet en Padua. ¿Cómo estás viendo las formativas este año?
– Hay mucho por trabajar, convencido que la base debemos hacerla en el minibásquet. Hemos acrecentado la cantidad de chicos practicando allí, y en esa cantera ya tenemos la posibilidad de armar una categoría B. Seguiremos apuntando a eso; yo propuse armar algo de acá a cinco años, no ahora. Por cierto, uno desea ganar en inferiores, salir campeones, pero realmente no estamos para subir al TOP 20, aunque tenemos equipos que nos permiten ganar jornadas ante rivales directos. Con paciencia y laburo, llegará el momento donde estaremos más arriba.
– ¿Cuando hablás de un proyecto que contempla cinco años, tenés la venia de la comisión directiva?
– Si, en eso no hay ningún problema; es algo aprendido luego de estar en diversos clubes. Están los que te dejan trabajar y los que solo debés mostrar resultados. En alguno, yo quería agarrar un jugador de dos metros e inculcarle conceptos para transformarlo en un tres tirador, y me decían que eso era una pérdida de tiempo; que jugara abajo porque asi podía anotar puntos y ganar los partidos. Aprendí que si voy a un club, lo primero es averiguar si me van a dejar trabajar tranquilo, la filosofía inculcada allí y hacia donde apuntan: si van a buscar jugadores afuera o utilizar las canteras propias. Padua es mi casa, conozco su filosofía, y sabiendo que puedo desarrollar mi trabajo, acepté volver