Mucho más que un equipo de básquet

Argentino de Castelar presenta en este 2015 un equipo B, disputando el Nivel 2 de la Conferencia Oeste. Pero la particularidad es que la plantilla está integrada por aquellos jugadores que salieron campeones dos veces en la B, allá por 2002 y 2005.

La historia es así: la mayoría de ellos ingresaron a la entidad con edad de preminis, y jugaron en todas las categorías juntos; gozaron cuando en cadetes fueron campeones luego de ganarle en Banco Provincia a Teléfonos, y en el mencionado 2002, al mando de Gastón Peveri, dieron la vuelta olímpica en Ateneo Popular de Versailles tras derrotar en el cotejo decisivo nuevamente a Teléfonos. Tras dos años en la División de Honor, llegó el descenso. La comisión directiva volvió a llamar a Peveri, quien se había ido a dirigir San Andrés, y en ese 2005 vencieron a Náutico Hacoaj,asegurándose el ascenso nuevamente a la A, pero un conflicto con los jueces dio por finalizada la competencia, y entonces no se pudo coronar la campaña con un nuevo título.

Entre los nombres de aquellas campañas, y estos que semana a semana despuntan el vicio como buenos amigos de toda la vida, están Maximiliano y Martín Selma, Sebastián y Federico Mirko, Patricio «Cuqui» Kamarckzyck, Sebastián Sicard,Patricio Morresi, Martín Ferreyra, Jorge Jasio (quien se inició en Leandro N. Alem y Fabián Koch (surgido de Afalp). A ellos se suman los juveniles Lucas Hoyos y Agustín Zuccatti.

Esa unión y amistad formada en años de compartir entrenamientos y partidos, hizo que trascienda las vallas del deporte; por eso cuando cumplen años, o se festejan el de sus hijos, las reuniones son impostergables y parada obligatoria para pasar gratos momentos. Hace un tiempo prolongado venían participando de los campeonatos bancarios, pero ciertos aspectos organizativos y nivel de competencia, los hizo replantear la necesidad de llevarle al club de sus amores la propuesta de armar una Primera B, con la condición de una continuidad y dentro de poco tiempo esté integrada por jugadores de la cantera, con menos edad y el mismo entusiasmo por defender los colores de esa camiseta.

Todos se hicieron socios, sumaron un plus monetario para cubrir los gastos de competencia, y entrenando los sábados por la mañana en la vieja cancha del primer piso, decidieron presentarse en FeBAMBA. Allí se enteraron de la obligatoriedad de contar con un entrenador, y entonces preguntaron por Jorge Netto, el DT que los entrenó cuando salieron campeones en cadetes. Netto no estaba trabajando como tal, se entusiasmó con la propuesta, aceptó inmediatamente y junto a otra eminencia de la entidad, Felix Zotto, quien además es administrador del restaurante, forman la dupla que maneja tácticamente a los reverdecidos muchachos del Argentino.

Festejan cuando ganan, y se enojan cuando pierden, como todo deportista de ley, pero sobre cualquier contingencia de los resultados, estos amigos disfrutan el poder seguir entrando a una cancha y unificarse en un mismo objetivo, como cuando eran niños.