En Ciudadela renuevan su cancha

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Actualizado: octubre 1, 2015

Claridad volvió a competir en la máxima división de FeBAMBA luego de muchos años. Tras una muy buena campaña durante 2014 en el Nivel 2, culminando tercero detrás de Deportivo Morón y Gei, consiguió su pasaporte junto a ellos para codearse palmo a palmo con las instituciones más fuertes del Oeste.

El club de Ciudadela decidió afrontarlo prácticamente con el mismo plantel, integrado por jugadores experimentados y que en varios casos juegan defendiendo los colores de esa camiseta durante un lapso prolongado. Su entrenador, Ariel Mansilla decidió ponerse en el rol de compañero de sus dirigidos, y la entidad contrató a Guillermo Lepratto para sucederlo. Su antecedente inmediato como Dt lo encontró al frente de Los Indios de Moreno, culminando su vínculo con el Indígena una vez que éste terminó de participar en el Prefederal 2014.

Tras un comienzo auspicioso, con algunos triunfos resonantes, Claridad comenzó a sentir el rigor de jugar en una categoría superior, y así entonces fueron acumulando derrotas. Si bien, como bien lo explica el propio Lepratto, esperaban conseguir más victorias, el récord negativo estaba dentro de los cálculos previos, y por eso no pierde de vista junto a los dirigentes y jugadores que los objetivos del club están enfocados en otros lados. De eso habló el técnico con Prensa.

– Guillermo, ya pasaron 20 fechas del torneo, ¿cómo viste a Claridad en este tiempo?

– Es un año un poco agarrado de los pelos, porque a pocos días de comenzar la competencia se formalizó el ascenso de Claridad, por lo que si bien ya estaba armado el equipo, dos días antes de arrancar se comunicaron conmigo, me presentaron una idea de trabajo apuntando a que este campeonato sea la base para poder armar algo más competitivo en 2016. A nivel resultados, esperábamos ganar mayor cantidad de partidos, por momentos no logramos hacer funcionar al equipo del modo buscado, pero en esta segunda etapa del año nos enfocamos en darle experiencia a los chicos, principalmente un grupo de cuatro cadetes donde nos propusimos si o si entren a los juegos, más allá del resultado, con el propósito de ir fogueándolos, darles rodaje de competencia con la primera. Se está realizando un muy buen trabajo en las inferiores, y a partir de eso surgen valores interesantes que buscamos adosarle mayor experiencia. Queremos proyectar chicos.

– En este proceso apuntado al año próximo, ¿cuáles son las metas a lograr?

– En principio, la dirigencia logró algo muy bueno, y es que para la temporada entrante, Claridad tendrá su piso de parquet; puede parecer algo simple, pero para un club de barrio como este, con gente trabajando a destajo cada día, es un logro tremendo. Hay gente compenetrada en un nuevo proyecto, lo lleva muy bien, y con enorme sacrificio lo lograron, por lo que están muy contentos. A nivel deportivo, el disponer de un gimnasio en condiciones, puede hacer que atraiga a mas chicos en acercarse al club y querer jugar al básquet con nosotros.

– ¿Estás cómodo en Claridad?

– Te digo la verdad: me siento muy cómodo. Es un club donde se pone muchísimo esfuerzo, por eso estoy tratando de generar nuevas ideas con la poca o mucha experiencia que tenga, porque hay gente con ganas de llevar a cabo cosas. Como entrenador me encontré con una buena base de jugadores, merced al buen trabajo de Ariel Mansilla, Marcelo Mendieta y Emanuel Perroni; son muy dedicados en sus funciones. Quizás lo que faltaba era darle una vuelta de rosca, complementarse con alguien con mayor experiencia, y así de manera conjunta podemos fortalecer la enorme tarea que hicieron, reclutando chicos de lugares insólitos, dedicándose todos los días a enseñarle los fundamentos y disciplina de este deporte.

– ¿Cómo hacés para motivar a los muchachos en la semana cuando las derrotas se suceden consecutivamente?

– Justamente, en esta segunda parte del año, percibí ese bajón natural, por lo que planteamos objetivos. El primero, saber que estamos promocionando chicos de las formativas; segundo, tratar de que las cosas salgan como lo planeamos previamente, más allá de que los resultados no acompañen por diferentes razones. Y tercero, saber que si no nos desviamos de esos objetivos, alguna victoria llegará, pero no desesperarnos, porque sabíamos de antemano que la mayoría de los rivales estaban uno o más escalones por encima nuestro. El saber que no hay descensos nos da la tranquilidad de trabajar sin angustias mirando al futuro.

– ¿A qué le atribuís el bajón mencionado, aparte de los resultados?

– Hubo un desgaste, tuvimos lesiones de jugadores importantes en nuestra estructura, y eso resintió las estructuras emocionales y anímicas, pero le seguimos poniendo muchas ganas y eso hizo que pudiéramos tener entrenamientos muy buenos, logrando recomponernos, dentro de nuestras capacidades y elementos disponibles. La ventaja de tener gente con bastante experiencia permite que en algunas prácticas, ellos mismos se pongan a explicarle fundamentos a los chicos que aún les cuesta entender ciertas cosas, por lo que directamente colaborar para cumplir el objetivo número uno