Arquitectura invierte a largo plazo

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Actualizado: abril 13, 2016

Carlos Gómez, el actual entrenador de la Primera de Arquitectura Básquet, tiene una larga historia dentro de este deporte, al punto que estuvo viviendo un largo rato en España, dedicado a la labor de juveniles en el Club Ourense de Baloncesto.

Por eso, con toda su experiencia a cuestas, intenta en la actualidad devolver a la institución de Avenida Beiró al “liderazgo” que supo tener dentro del deporte.

“Estamos intentando volver a ser referentes, algo que de a poco iremos logrando. La realidad es que en el último tiempo se perdió un poco de historia en relación al básquetbol”, confesó el director técnico.

-Al comparar ambos países, ¿qué diferencias encontrás?

-Y, mirá, en España me encontré con que los clubes tenían colegios, lo que lleva a los chicos a estar más involucrados con la institución. Claramente la diferencia más marcada pasa por el aspecto educativo.

-¿Se vive distinto el deporte?

-La realidad es que en algunos casos se busca lo educativo y en otras lo profesional, como me tocó a mí. El objetivo es similar al que se ve hoy en día con la Liga de Desarrollo en los equipos que están en la Liga Nacional.

-¿La idea en Arquitectura va por ese camino?

-Sí, queremos invertir a largo plazo para que los basquetbolistas hagan pie en la Primera División. No nos importa el resultado como tal, sólo quiero que los jugadores tomen rodaje.

-Contra Nueva Chicago les tocó perder pero hicieron un buen papel…

-Exacto, caímos por poco (58-62) e hicimos un partido parejo. Si conseguimos llevar adelante una temporada con ese nivel, estaremos dentro de los parámetros trazados.

-¿No se aspira a una clasificación?

-Sinceramente, el objetivo deportivo es que muchos juveniles consigan dar pasos firmes en la Primera. No tenemos como meta deportiva la clasificación o el título, aunque tampoco vamos a renunciar fácilmente.

-Por otro lado, ¿ves que la función social de los clubes mutó con el tiempo?

-A nivel social ha cambiado mucho, antes vivía la familia y ahora por los tiempos de los padres, los clubes son como “guarderías” donde los dejan y terminan. En CABA las distancias son diferentes y los horarios complicados, eso llevó a ciertos cambios sociales lógicos. Entiendo que la actividad en una ciudad grande es tan rápida y tan loca, que los clubes tienen que responder a esas demandas.